AUSENCIA
No ha sido nada de fácil.
Enero me enfrentó a la perdida de extremo a extremo, y el dolor me marcó el alma desde las lágrimas de otros. Las mías creo que aun están sumergidas, pasmadas y ocultas, ahogadas en lo inexplicable y lo imprevisto.
Por ahora necesito rearmarme, ausentarme, mis muros están derruidos, mis armas caídas, vulnerable, susceptible, fragilidad de hoja al viento. Necesito repliegue, reconstrucción, urgencias de cariños, aires de otros horizontes, tibiezas no dañadas.
No es fácil, nada ha sido fácil, he aprendido con dolor que aun duele.
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