20.1.06

Tentación

No hice mas que un día ofrecerle una manzana, un día, poco después de su llegada, dijo a viva voz... “...tengo hambre” y le dije que lo único que podría ofrecerle era una manzana. Desde el otro lado me miró con sus ojos de gatito y recibió la manzana como una ofrenda que respondía a su súplica.

A los días, prefería verme de reojo, en silencio y brevemente durante los minutos comunes. Sin que él lo notase, buscaba sus rubios cabellos para que me llevasen por sus ondas hasta sus ojos claros, así, hasta que los encontraba como por casualidad.

Por alguna razón que desconozco este pueril Adan, ya no quiere que lo ignore, con la valentía que pocos tienen a mi edad y que ninguno tiene a la suya, me provoca con la mirada directa y fija, y le da lo mismo quien esté y que piensen.

Si este fuera el paraíso y no el infierno, si quisiese de una vez por todas ser solamente eva, sin edad, sin piedad, sin tiempo y sin esperar nada más que calor, piel y manzanas, caería en la tentación.

Si él insiste como hasta ahora, no sé que historia termine contando.

Tras uno de sus intentos fallidos, según él, de que sus ojos atrapen a los míos, se acerca, me besa y simplemente se va.

Oh, temptation, temptation, I can't resist...

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